¿Qué entendemos por el ojo seco?
El ojo seco es una enfermedad ocular producida por la falta de lágrima, lo que provoca la aparición de síntomas oculares y la inflamación de la superficie anterior del ojo. Afecta a un porcentaje elevado de la población. Existen diferentes causas, factores de riesgo, y tipos, lo que determina diferentes grados de severidad por lo que el tratamiento deberá adecuarse de manera individualizada a cada paciente. Su importancia radica en el hecho de que supone uno de los motivos más frecuentes de consulta en Oftalmología, y en la alteración de la calidad de vida de la persona que la padece.
¿Qué es la lágrima y para que sirve?
La lágrima es una fina película líquida que cubre toda la superficie anterior del ojo, la conjuntiva y la córnea, distribuida y extendida mediante la apertura y cierre de los párpados. Sus funciones son humedecer el ojo, proporcionar una superficie óptica adecuada al producir una superficie anterior lisa, así como protegerlo de agentes externos.
La lágrima se compone de tres capas bien diferenciadas que son:
Capa mas externa: se llama capa lipidica u oleosa, y la produce la secreción sebácea de las glándulas de Meibomio que están situadas en el espesor de los parpados. Su función es evitar la evaporación excesiva de la lágrima; se estima que su ausencia o disminución provocaría que la lágrima se pudiera evaporar de 10 a 20 veces más rápido.
Capa intermedia: constituye la capa acuosa y la produce las glándulas lagrimales. Incluye en su composición un 98% de agua, proporcionando hidratación, nutrientes y oxigeno a la cornea a la vez que actúa como barrera anti-infecciosa. Es la capa más gruesa con diferencia.
Capa interna: es la capa mucosa o mucina, producida por unas células que hay en la conjuntiva. Permite mantener lisa la superficie del ojo facilitando el contacto y anclaje de la capa acuosa.
¿Qué prevalencia tiene?
Actualmente la padece un 30% de la población y se prevé que para el año 2025 hasta un 50%. Esta cifra es ciertamente superior en edades avanzadas, sobre todo en las mujeres, y se estima que la presentan el 80% de las mayores de 60 años. El uso cada vez más extendido de pantallas u otros aparatos electrónicos de lectura es causa de que la prevalencia sea cada vez mayor, incluso en personas jóvenes.
¿Qué provoca el ojo seco?
Está producido por una disminución de la cantidad de la lágrima en el ojo, bien por una falta en su producción o por una mayor evaporación de la misma. Ambas situaciones pueden ser producidas por múltiples causas que pueden actuar de forma aislada o confluir varias de ellas.
¿Qué síntomas produce el ojo seco?
Aunque puede variar de un paciente a otro, según la severidad de la sequedad ocular, los síntomas que se pueden presentar serian:
- Sensación de roce o contacto como si se tuviera arenilla dentro del ojo..
- Ardor, con sensación de quemazón, picor, escozor.
- Dolor en los ojos, sobre todo si existe alteración corneal (queratitis, ulcera)
- Cansancio y pesadez de los ojos.
- Ojo rojo más o menos intenso.
- Mayor sensibilidad a la luz.
- Visión borrosa o fluctuante. La visión se vuelve menos nítida y con mayor dificultad para enfocar la imagen.
- Fatiga visual en actividades cotidianas tales como la lectura, conducción, uso del ordenador, móvil, ver la TV.
- Intolerancia al uso de las lentes de contacto
- En ocasiones puede provocar que se pongan los ojos llorosos, como mecanismo de protección, induciendo un aumento vía refleja del componente acuoso de la lágrima.
Ante la presencia de estos síntomas se deberá acudir a su oftalmólogo para su completa valoración, y poder determinar las causas y la situación clínica de su ojo.
Tipos de ojo seco
Podemos distinguir varios tipos de ojo seco:
- Ojo seco acuodeficiente: producido por la disminución de la producción de lágrimas, generalmente de la capa acuosa. En ocasiones está asociado a una enfermedad conocida como síndrome de Sjogren.
- Ojo seco evaporativo, producido principalmente por la disfunción de las glándulas de Meibomio (*) que altera la capa lipidica de la lagrima facilitando su evaporación. Se produce también en los ambientes secos y por el mal uso de las lentes de contacto. Es la forma más frecuente.
- Tipo mixto, en el que coinciden ambos.
(*) La disfunción de las glándulas palpebrales de Meibomio es una anomalía crónica de dichas glándulas caracterizada por la obstrucción del conducto terminal y/o cambios en la cantidad y calidad de la secreción oleosa de estas glándulas.
Medidas de Prevención: Consejos y hábitos de la salud visual.
Variaran según la causa que lo provoque, pero a cualquier persona que presente síntomas de ojo seco se le deben recomendar una serie de medidas, que podemos considerar como consejos y hábitos de salud visual.
Diagnóstico
Ante un paciente que acude a la consulta refiriendo sintomatología de ojo seco es importante llevar a cabo en primer lugar un test que mida la intensidad del ojo seco, existiendo diferentes cuestionarios de evaluación, como el Test de OSDI que nos permiten clasificarla en normal, leve, moderado y grave.
En el INSTITUTO OFTALMOLOGICO de GRANADA (IOG) disponemos del equipo KERATOGRAPH 5M para la realización de diferentes pruebas diagnosticas relacionadas con esta enfermedad.
Datos a valorar para el diagnóstico de ojo seco: cuestionario clínico.
Pruebas diagnosticas clínicas que irán encaminadas tanto a valorar la cantidad y calidad de la lágrima como los signos clínicos de un ojo seco.
- Valoración altura del menisco lagrimal.
- Evaluación del tiempo de ruptura de la lagrima: mide la estabilidad de la lágrima. Si se hace con un colorante se le denomina TBUT (tear break-up time) y si lo hace sin colorante, de forma no invasiva NITBUT.
- Cuantificación de la secreción lagrimal (Test de Schirmer).
- Valoración glándulas palpebrales: Meibografía.
- Valoración de la integridad del epitelio de la superficie anterior del ojo mediante el uso de colorantes.
- Valoración de la osmolaridad lagrimal.
Tratamiento
El ojo seco es una enfermedad ocular que carece hoy de tratamiento curativo, siendo todas las medidas que se utilizan, paliativas, encaminadas a aliviar y mejorar los síntomas que provoca. Es importante que el oftalmólogo explique al paciente desde el principio en qué consiste la enfermedad de ojo seco con total claridad. Se trata de un tratamiento que se tiene que ajustar a cada paciente, por lo que es recomendable que sea siempre valorado por un oftalmólogo.
En líneas generales el tratamiento se basa en:
- Llevar a cabo unas recomendaciones y consejos oculares encaminadas a mejorar los factores de riesgo y las causas que lo provocan
- Junto a medidas de tratamiento que incluyen el uso de las lagrimas artificiales en todas sus modalidades,
- Medicación tópica antiinflamatoria y vía oral,
- colirios derivados de la sangre del propio paciente,
- medidas encaminadas a mejorar la disfunción de las glándulas de Meibomio
- y en casos muy concretos el uso de tapones lagrimales.
El INSTITUTO OFTALMOLÓGICO de GRANADA (IOG) dispone del equipo médico y la experiencia acumulada por el ejercicio profesional de muchos años, junto con los medios necesarios para el tratamiento de esta enfermedad, cuya importancia radica no solo en el hecho de su elevada prevalencia sino y sobre todo, en la alteración en la calidad de vida de la persona que la padece.