¿Qué es la miopía?
La miopía es el estado refractivo del ojo en el que el punto focal se forma delante de la retina cuando el ojo se encuentra en reposo, en lugar de en la misma retina como sería lo normal; es la situación inversa a la hipermetropía, en el que la imagen se forma detrás de la retina.
Es un exceso de potencia de refracción de los medios transparentes del ojo con respecto a su longitud, por lo que los rayos luminosos procedentes de objetos situados a cierta distancia del ojo convergen hacia un punto anterior a la retina.
Una persona con miopía tiene dificultades para enfocar bien los objetos lejanos, lo que puede conducir también a dolores de cabeza, estrabismo, incomodidad visual e irritación del ojo.
La miopía, junto con la hipermetropía y el astigmatismo son los principales defectos de refracción del ojo. También se las llama en conjunto ametropías.
La magnitud o cantidad de la miopía se mide en dioptrías negativas desde el punto de vista óptico.
La miopía se puede compensar con lentes divergentes. Esto se puede llevar a cabo con gafas convencionales o con lentes de contacto. Igualmente la miopía se puede compensar con cirugía refractiva a partir de una edad, generalmente 21 años, con defecto refractivo estable y siempre que se cumplan unos requisitos clínicos, sobre todo en el grosor y en la curvatura de la cornea.
En la imagen se observa un ojo con miopía, de forma que la imagen se proyecta por delante de la retina y en la imagen inferior se observa el efecto óptico de un cristal divergente, que desplaza la imagen hacia la retina, permitiendo que se vea nítida.
La miopía se puede dividir en dos grandes grupos:
- Miopía simple: La graduación en dioptrías no es elevada, pero sobre todo la diferencia el hecho de no presentar ninguna alteración retiniana. Suele aumentar hasta el final del desarrollo corporal que se hace estable.
- Miopía patológica, miopía magna o miopía progresiva: La graduación en este caso suele ser elevada; se cree que está causada por una alteración en el desarrollo del segmento posterior del ojo, y se caracteriza porque presenta lesiones retinianas características que pueden provocar un deterioro visual. Estos pacientes presentan una mayor predisposición al desprendimiento de retina.
La causa principal de la miopía es el crecimiento del ojo en sentido anteroposterior, y la hipótesis más aceptada es que la miopía es hereditaria. La propensión a la miopía de hijos de padres miopes es más alta que en los no miopes.
No hay unanimidad en que los hábitos o factores ambientales intervengan en la génesis de la miopía. Muchas personas creen que el hábito de mirar las cosas muy de cerca en la infancia puede producir miopía, por esto puede ser confundida la consecuencia con la causa: los niños miopes se acercan a los objetos porque son miopes y no al revés. También se habla insistentemente de un aumento de la incidencia de miopía en la población mundial y se culpa de ello a las actividades visuales hoy en dia habituales como ver prolongadamente la TV o los ordenadores.
Algunos estudios sugieren que mirar muy de cerca durante mucho tiempo puede exacerbar una predisposición genética a desarrollar miopía. Sin embargo otros estudios han demostrado que mirar muy de cerca (leer, mirar la pantalla de un ordenador) puede no estar asociado a la progresión de la miopía.
Una susceptibilidad genética sumada a factores ambientales, tales como la ausencia de la exposición al sol, ha sido postulada como explicación a los diversos grados de miopía en diferentes poblaciones.
Complicaciones de la miopía:
Las personas que presentan una miopía elevada están más predispuestas que los no miopes a diferentes enfermedades oculares, entre las que se pueden citar:
- El glaucoma (aumento de la presión intraocular).
- La catarata u opacidad del cristalino. La catarata en el paciente miope puede aparecer en edades más tempranas de lo habitual.
- El desprendimiento de retina. La mayor longitud del ojo debilita la retina, sobre todo la más periférica.
- Maculopatía miopica o mancha de Fuchs. Es una degeneración de la zona central de la retina, la mácula. La maculopatía miópica se suele presentar en pacientes con miopías altas.
Se aconseja que aquellas personas que presenten una miopía alta, sean sometidas a revisiones periódicas que deberían incluir no solo la agudeza visual, sino la medida de la presión intraocular y una valoración exhaustiva del fondo del ojo para descartar lesiones o debilidades en la retina periférica que predispongan al desprendimiento de retina.
Tratamiento de la miopía:
En la mayor parte de las personas con miopía, para poder enfocar los objetos lejanos sobre la retina, se debe interponer entre ésta y el objeto que se está intentando ver una lente divergente o negativa, ya sea en la versión de gafas, o mediante la adaptación de las lentes de contacto.
Actualmente una alternativa muy utilizada es la de compensar el valor dióptrico de la córnea del paciente con miopía mediante cirugía con láser excimer y/o laser de femtosegundo reduciéndola mediante la aplanación del centro de la cornea a base de reducir su espesor. Existen diferentes técnicas en la actualidad, conocidas como PKR, LASIK, LASEK o EPILASIK y las más novedosas conocidas como FEMTO-LASIK en las que se combinan los dos láseres o RELEX- SMILE que solo utiliza el laser de femtosegundo y es considerada al día de hoy como la técnica menos invasiva al poderse llevar a cabo a través de una mínima incisión. Cuando no es posible la cirugía mediante el uso de los láseres en la cornea, se puede valorar otra alternativa mediante la introducción de una lente intraocular que se coloca detrás del iris y delante del cristalino, conocida como lente ICL.
Cuando hay una gran diferencia de refracción entre un ojo y otro (anisometropia), el ojo de mayor graduación corre el peligro de no desarrollar por completo su potencial visual. El uso de la corrección adecuada puede mejorar la visión del ojo afectado si se realiza durante la infancia, antes de que termine el desarrollo visual, que suele ser hasta los 7 años aproximadamente.
En los últimos años se están utilizando lentes de contacto de uso nocturno que moldean la córnea y modifican su poder dióptrico por la presión que ejercen. Estas lentes se quitan durante el día. Este tratamiento se conoce como ortoqueratología u ORTO-K. No ha tenido la difusión que se esperaba ya que los resultados no son inmediatos ni duraderos, y muchos pacientes lo abandonan por incomodidad.