¿Qué es la mácula y la degeneración macular?
La mácula es la zona central de la retina, y con ella se consigue que la imagen que se esta viendo sea nítida y perfecta; es el punto que usamos para mirar las cosas que queremos ver con el fin de apreciarlas en todo su detalle, y en ella se centra todo lo que vemos, por lo que es la zona de la retina que se utiliza, por ejemplo, para la lectura.
La degeneración macular es una enfermedad degenerativa de la retina que afecta a esta zona en concreto y su consecuencia es la pérdida de la visión central.
¿A quien afecta principalmente?
Afecta principalmente a las personas mayores y por eso se le denomina degeneración macular asociada a la edad (DMAE). Existen no obstante otras causas no relacionadas con la edad como por ejemplo las miopías altas (degeneración macular miopica), infecciones o inflamaciones retinianas que se localizan en la macula o incluso existen algunos tipos que pueden ser hereditarios.
¿Existen factores de riesgo?
Su aparición es lenta, no dolorosa y progresiva; generalmente el paciente que la padece empieza a notar que las líneas rectas, se empiezan a ver onduladas y en ocasiones empieza directamente por ver una mancha en la visión central.
Termina por afectar a la mayoría de las actividades cotidianas y rutinarias de una persona, como puede ser la lectura, escribir, ver la TV, ir al cine, conducir, ordenador, ver los rasgos de una persona etc…..; no afecta a la visión periférica, lo que es importante que el paciente conozca, ya una persona afecta de una degeneración macular nunca queda totalmente ciega.
¿Cómo se hace el diagnostico?
Si bien es aconsejable que cualquier persona a partir de los 40 años se haga revisiones oftalmológicas periódicas, a partir de los 50 y en adelante, se aconseja todavía mas, aunque es importante hacerlo, independientemente de la edad, en el momento en que una persona empiece a notar distorsión en las líneas rectas, visión borrosa o una mancha en el centro de la mirada.
El paciente puede auto-explorarse mirando por ejemplo los marcos de una ventana, las esquinas de una pared, o bien utilizando una rejilla cuadriculada diseñada para tal fin; esta rejilla es conocida como rejilla de Amsler.
El oftalmólogo, ante una situación de este tipo, aparte de una exploración ocular completa, indicara la necesidad de unas pruebas diagnosticas especificas, que son la retinografia, la angiografía de fluoresceína y la tomografía de coherencia óptica (OCT) macular, con las cuales se podrá evaluar con detalle el tipo de DMAE que padece.
¿Existen varios tipos de degeneración macular?
Existen dos tipos de DMAE claramente diferenciados:
- Degeneración macular seca o atrofica: es la más frecuente, afectando al 80-90% de los casos. Evoluciona de manera lenta y progresiva a lo largo de los años, y es debida a la atrofia de la macula por lesiones previas llamadas drusas.
Drusas maculares: DMAE seca:
- Degeneración macular húmeda o exudativa: supone el 10-20 % de los casos y en estos casos evolucionan rápidamente, en semanas o meses. Se produce por la formación de una alteración vascular que provoca hemorragias en la macula. Es la forma mas grave.
¿Qué tratamiento tiene?
Para la DMAE SECA no existe actualmente un tratamiento curativo para esta enfermedad; todas las medidas terapéuticas actuales van encaminadas a detener o ralentizar su evolución. Entre las medidas paliativas recomendadas, se aconseja el uso de suplementos dietéticos específicos, uso de gafas de sol, vasodilatadores y medicación vitamínica o antioxidante.
En el caso de la DMAE HÚMEDA, si bien no existe tampoco medicación que la pueda curar, si es cierto que el desarrollo y el uso de fármacos antiangiogenicos administrados como inyección intraocular en la cavidad vítrea, pueden conseguir frenar el crecimiento anómalo y las hemorragias de los pequeños vasos sanguíneos afectados.
Desde hace poco tiempo, se dispone de un test genético para detectar las personas con mayor riesgo de padecer la enfermedad, con objeto de realizarles un mayor seguimiento clínico.